sábado, 17 de septiembre de 2011

RECUERDOS DE UNAS VACACIONES

Dicen que Dios creó en 6 días el universo desde lo más grande hasta la partícula más pequeña, y al séptimo descansó.
Yo necesito un poco más de tiempo para ese menester del descansó.
En ese tiempo de estío, otros tienen más suerte y es de estío, primaveral, otoñal y demás, se utiliza para asuntos varios, que en el  loco pasar de los días cotidianos no puedes.
Unos de mis mayores placeres, de los otros ya sabéis, es el de viajar. Este año, por razones mundanas como el dinero ha sido cerca -los Balcanes-, pero ha sido.
Unos días para recorrer lugares que con los cambios políticos y otros intereses ya no corresponden a aquellos que en tu infancia te hacían quedarte horas sentada ante un libro y memorizar con cantinela, donde estaban y cuales eran sus capitales.
Será eso la educación institucionalizada, ¿servirá de algo esa instrucción ahora que estamos, por intereses de unos pocos en el debate de cuanto cuesta la educación?
Pero ese es otro tema que ya se verá.
Emperadores romanos, emperadores austrohúngaros, socialismo, UE… y de pronto te encuentras hablando con un joven que fue desplazado de su país y de su época, por esas guerras ya programadas para que las TV puedan trasmitirlas y si esto es absurdo, cruel ¿Qué nombre ponerle  a la visita organizada al túnel de salvación de una de estas ciudades y sentarte a ver el vídeo de los bombardeos mientras me tomo  una coca cola?
¿Será esto lo que nos espera? ¿Serviremos ante esto para algo los docentes?
Y mi viaje continúa ya por otras tierras más cercanas…
Momentos con la familia,  sus intereses, sus decisiones, y ¡las interminables partidas de parchis!…
Un trayecto de tren me lleva de vuelta a lo que hace muy poco fue mi historia, mi vida... unos saludos rápidos, unas sonrisas repartidas, unos abrazos, alguna triste noticia  por la desaparición de personas…
Y una nueva carretera y unos momentos compartidos que saben a poco con personas que forman parte de lo que soy.

Más carreteras y más lugares y más comidas hechas con la paciencia de la más paciente y las verduras del huerto de mi padre, y más olores y más paseos y paisajes. muchos paisajes y clorofilate y fotosintetízate que dice un acompañante adolescente y reencuentros con  personas del pasado y aprender de la vida y de las grullas y de los andarrios y demás cosas de dos patas...   y sí. Siempre lo echaré de menos ¿porque en  mis vacaciones no hay verbenas?..Tendré que cambiar de acompañante.
Y más trenes y más familia y más playa y más arte y...hasta aquí han llegado esos que dicen viajar con el representante de una fe y ¡que creo que es la mayor cara dura que se han inventado unos y otros!
Y ahora avión y la calma y el mimo, y volver a lo que hacías en otra edad, coger los huevos, las judias y los tomates para la cena, y las aventuras en bicicleta y un concierto de jazz con forro polar incluido, en un pueblin, en una plaza, en una silla…y contemplar cuando abres los ojos, ya tarde por supuesto, que hay un nuevo día, que hay un paisaje que se va acomodando a cada momento…
Y yo vuelvo a mi elección y a mi cotidianidad y…a esperar que pronto lleguen estos momentos. Porque me han quedado paisajes que ver, comidas que probar, historias que escuchar, rutas y aventuras que hacer y personas a las que abrazar.

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